Hemos esperado 13 años por un juego de tenis que sabe a poco. Análisis Top Spin 2K25

Tras bastante tiempo de silencio después de Mafia 3, uno de los sandbox más prometedores y esperados de la pasada generación (y que se quedó a medio camino a causa de lo repetitivo de sus misiones y de la falta de pulido final), Hangar 13 sorprendió a todo el mundo hace unos meses anunciando que eran los responsables de Top Spin 2K25.

Después de sufrir despidos importantes en 2018 y en 2022, estos últimos implicando la cancelación de un proyecto muy potente que estaban preparando, fue el pasado mes de enero cuando se confirmó, ya no sólo el desarrollo de una nueva entrega en la mítica franquicia de tenis, sino que su lanzamiento estaba programado para abril de 2024.

Como un buen drive paralelo, esto nos pilló a muchos de nosotros a contrapié. No porque no nos gustase a muchos ese legendario Top Spin 4 y sus pretéritos, o porque no llevásemos más de una década esperando un sucesor a la altura, más bien al contrario. El asunto es que, teniendo en cuenta el contexto actual y el baile de proyectos de Hangar 13, parecía un movimiento extraño por mucho que 2K haya ampliado sus miras deportivas más allá de NBA con su PGA Tour.

Pero Top Spin 2K25 es una realidad, hasta el punto de que nosotros ya hemos podido jugarlo en profundidad, en especial su esperada nueva carrera. Y, siendo honestos, esto se puede definir, como mucho, como un vaso medio lleno: si eres optimista y añorabas mucho esta franquicia, tienes razones para jugar; pero también para no hacerlo.

La nueva generación del tenis

El referente deportivo está claro y es NBA 2K. Visual Concepts, más allá de la sempiterna (y creciente, a tenor de lo que sucede cada año) polémica por los micropagos, tiene un estándar alto en lo que a representación del deporte se trata. Animaciones cada vez más complejas, IAs que no dejan de mejorar y un aspecto visual puntero en lo que a traer a la vida jugadores reales se refiere.

Sin embargo, las primeras imágenes y también los primeros metrajes no evidenciaban el salto visual que cualquiera esperaría de una compañía como 2K, 13 años de distancia y dos generaciones de consolas. Más allá de la subida de resolución, si nos vamos a los modelados, el anterior Roger Federer no tenía nada que envidiar al nuevo, y tampoco las animaciones parecían muy superiores. De hecho algunas de ellas son peligrosamente similares a las del Top Spin 4 de Xbox 360 que descansa en mi estantería.

Si no tenéis la posibilidad de jugar a un Top Spin, especialmente el 4, basta con echar un vistazo a un gameplay cualquiera que esté pululando por YouTube para darse cuenta. Hay cosas como la recreación de los estadios que está logradísima, con canchas como La Caja Mágica del Mutua Madrid Open o la Central de Wimbledon genialmente conseguidas, no penséis lo contrario. Pero si comparas cada juego en su contexto, Top Spin 4 fue una punta de lanza del juego deportivo hace dos generaciones y 2K25 es más modesto.

Los modelados de los tenistas son mejorables, pero quizás es el terreno lo más sangrante. Más allá del comportamiento distinto de la bola, tanto tierra, como superficie dura o hierba, son texturas planas. Sería razonable exigir algo más de interacción, especialmente en el polvo de ladrillo, en forma de partículas e imprimación de trayectorias de los deslizamientos para golpear.

He de confesaros también que he tenido fallos puntuales propios de una versión temprana, como clipeos en camisetas cuando los jugadores se sientan, traspaso de raquetas a otras dimensiones en las celebraciones o, el más gracioso de todos: cuando tuve que cambiar el peinado de mi tenista porque se le estaba introduciendo en el cráneo y en vez de un repeinado hacia atrás con gomina parecía un monje de El Nombre de la Rosa.

Pero no me gustaría quedarme ahí, que pueden ser cosas situacionales. Eso sí, los modelados del público son muy mejorables y carecen de toda vida (incluso me han aparecido algunos vestidos igual en el mismo plano cerrado), la presentación de los torneos y los partidos es escueta, y tampoco hay muchas animaciones para ocasiones especiales como la recepción de los trofeos. En pleno 2024 y con el género deportivo siendo punta de lanza técnico en los videojuegos de la mano del de carreras, me sale pedirle algo más a Top Spin 2K25.

Un juego muy similar en la cancha a Top Spin 2K25

El núcleo jugable es prácticamente idéntico a Top Spin 4, salvo por el nuevo sistema de saques que ahora cuenta con una retícula sobreimpresionada en el campo. Golpes normales, liftados, cortados, globos y dejadas como herramientas principales, que han de ser coordinados en una escala de perfecto, bueno, algo y muy temprano o muy tardío, así como usados en forma de precisión, con un único toque al botón o cargados.

Y todo lo que sucede en la cancha mientras la pelota está en movimiento es bueno... Tan bueno como era ya Top Spin 4. ¿Es esto algo negativo? No necesariamente, ya que el tenis no es un deporte con tanto espacio para el perfeccionamiento del simulador como pueda tener el baloncesto, el fútbol o el fútbol americano. Le viene bien tener un cariz arcade, y no le genera ningún problema; de hecho, no tengo ningún problema en admitir que me lo he pasado bien con el juego.

El asunto aquí es que sí que cabría esperar, además de una evolución gráfica, un mayor peso en los sistemas que rodean el juego. NBA 2K, MLB The Show, EA Sports FC o F1 de Codemasters son el festival de los modos de juego, de vestir lo que en realidad lleva siendo lo mismo desde hace dos décadas e incluso más tiempo: jugar partidos.

Sin Rafa, Nole y muchos más tenistas importantes

Top Spin 2K25 se siente casi como un acceso anticipado de un juego de lucha al que le faltan un par de pases de temporada con más personajes. Apenas un puñado de tenistas actuales disponibles, entre los que no están el primero y segundo en Grand Slams conquistados de la historia como Novak Djokovic y Rafael Nadal. Por hacer la comparación, es como si de un año para otro, NBA 2K se "olvidase" de incluir las plantillas de Lakers y Celtics.

Pero tampoco aparecen tenistas del top 10 ATP actual como Sinner, Rune, Zverev, Ruud, Tsisipas, Dimitrov... Y algo similar pasa con WTA, donde más allá de Swiatek, Gauff y Osaka, tendrás complicado dar con alguna tenista relevante de los últimos tiempos.

El modo carrera tiene también algún añadido, como una mayor gestión del cansancio o la renovación del sistema de entrenadores, preparadores y raquetas; por no hablar de los "podcast", unas locuciones que se activarán tras ciertos hitos, y que son genéricas y mejorablemente actuadas. El ir subiendo puestos te mantendrá entretenido, como pasaba en el original, así como irás consiguiendo experiencia para mejorar tu personaje y desbloquear nuevos torneos.

Este problema, el de la plantilla de tenistas realmente corta, se hace acuciante en el modo carrera. No es extraño jugar un Grand Slam en el que apenas te enfrentas a un tenista real en cinco rondas, siendo el resto personajes ficticios creados por Top Spin. Esto es algo que se carga la suspensión de credulidad durante el juego con nuestro personaje.

En Top Spin 4 teníamos correos y mensajes de jugadores que nos invitaban a eventos concretos, aquí el calendario es mucho más cerrado y la bandeja de entrada son ahora mensajes genéricos sobre si te has lesionado, ganado o perdido. Estos mensajes sirven de un envoltorio al bucle jugable de competir en partidos tan mediocre como los "podcast" anteriormente mencionados, locuciones ficticias entre una ex estrella del tenis y otro personaje de menos de un minuto de duración que, además, están bastante mal actuadas.

No he jugado poco al modo estrella, este MyCareer. Más de 14 horas con las que lograr subir al nivel 17 de los 30 disponibles, conquistar 6 o 7 Grand Slams y hasta unas Nitto ATP Finals, así como completar la mayoría de entrenamientos y desafíos especiales. Hay más contenido y una dificultad extra, pero tampoco muchísimo más allá de mejorar al máximo a mi personaje.

De hecho, os diría que es lo nuevo lo que menos aporta. Digo esto porque la mayor novedad aquí es la adición de las VC, la monedas que están presentes en otros juegos deportivos de 2K como NBA, por ejemplo, y que se relacionan con los micropagos. Conseguirás por cada victoria, y en el lado positivo está que aquí esto no tiene nada que ver con la subida de nivel; pero sí que se usan estas VC para contratar empleados que te otorgan pasivas como resistencia a lesiones o mayores beneficios tras los partidos.

La "mayor novedad" son los micropagos

Son sistemas sobre sistemas que no ofrecen realmente nada realmente nuevo al núcleo jugable y que se sienten como adiciones para justificar cosas que no estaban en el anterior juego y que se relacionan con los micropagos. Otro ejemplo de esto es el pase de temporada, el Pass Court como lo han venido a llamar.

Gracias a la clave proporcionada por 2K, hemos tenido este sistema desbloqueado sin pagos adicionales, y hemos podido comprobar lo que todos os imagináis: misiones diarias, semanales y de temporada con los que conseguir puntos del pase que nos permiten progresar y dar con recompensas.

Aquí hay multitud de objetos cosméticos como gafas, raquetas o bolsas, pero también mejoras de experiencia y VC para cierto número de partidos con los que progresar ligeramente más rápido. No es dramático porque suelen ser mejoras del 50% de experiencia adicional en un partido, que pueden equivaler a 150 puntos, mientras un entrenamiento puede ser sobre 200-300.

Esto es cuestión de gustos, pero como la iluminación no es la mejor de la historia en Top Spin 2K25, la ropa disponible no destaca casi nada. Que uno de los mayores reclamos para pagar aún más dinero por tu juego es ropa que tampoco brilla sobre la que puedes conseguir simplemente jugando, no parece la mejor decisión para sus intereses. De hecho, en la tienda hay piezas de ropa individuales o packs, que tampoco me parecen más bonitas que todas las decenas de prendas conseguidas durante mi partida.

Al César lo que es del César. Estas capas para justificar los micropagos tampoco son negativas para el juego per se; de hecho son tan accesorias que en ningún momento he sentido la tentación de adquirir ninguna prenda adicional con VC, ni la pulsión de adquirir otro pase en el futuro.

Además del modo exhibición y del MyCareer, hemos podido jugar a los modos online del juego. En realidad es una variación del mismo, que son el 2K Tour y el World Tour. En el primero jugarás partidos igualados contra usuarios de todo el mundo con eligiendo usar a un profesional de Top Spin 2K25, mientras el segundo harás lo propio con tu personaje creado para MiCarrera.

Aunque uno de los encuentros fue contra alguien del servidor americano por la falta de jugadores en esta fase previa al lanzamiento, la realidad es que el juego aguantó bien y fue una experiencia muy divertida. El mayor nivel de los jugadores reales, así como su impredecibilidad, crean la que bien puede ser la experiencia definitiva de Top Spin 2K25. Una pena, eso sí, que tengamos que esperar unas semanas para disfrutar de los partidos con amigos; llegarán con una actualización.

Por último, no me querría despedir sin destacar el modo entrenamiento del juego. El carismático John McEnroe presta su voz (mítica para los fans del tenis y de Never Have I Ever) a los desafíos con jugosas recompensas, logrando un modo entrenamiento por el que quizás no pases más de una vez, pero que merece la pena.