Ya sabéis hasta qué punto los países del norte de Europa están a la vanguardia de cualquier movimiento que suponga llevar nuestra civilización un paso más allá. Desde la educación hasta la flexibilidad laboral, los nórdicos nos llevan años de ventaja, pero en su último salto hacia delante han cometido un error de novatos y ahora hay 11 aspirantes a presidente que en realidad no quieren serlo.
La culpa la tiene la nueva legislación de Islandia, que permite a cualquiera de sus ciudadanos convertirse en presidente del país. Lo único que necesitas es ser ciudadano del país, tener más de 35 años y contar con la aprobación de 1.500 electores. Para apuntarte a intentar ser uno de los elegidos el gobierno ha puesto a disposición del público una página web para posibles candidatos. Es ahí donde han empezado los problemas.
De 82 posibles presidentes, 11 no sabían que lo eran
De las 82 personas presentadas inicialmente sólo han terminado quedando cuatro candidatos válidos, pero lo más sorprendente fue que, al ir la prensa en busca de quienes se habían apuntado para conocer sus intenciones, hasta 11 de ellos se sorprendieron de estar apuntados como candidatos porque esa nunca fue su intención. Lo único que querían era registrar su apoyo a otra persona.
Al parecer lo primero que te encontrabas al entrar a la página era una inmensa parrafada de términos legales y explicativos con un botón azul enorme que te pedía iniciar sesión. Tras hacer scroll y ver qué más había en la página, podías acceder a la lista de candidatos y registrar tu voto para que pudiesen sumar esas 1.500 aprobaciones.
Lo que explicaba el texto y ninguna de esas 11 personas leyó eran los términos legales que implicaban sumarse como candidato y, como ya habréis imaginado, el gran botón azul que llamaba a los pobres incautos como la luz a las polillas, te llevaba al registro de datos para poder sumarte a la lista de candidatos.
Entre risas y asegurando que no tenían "ninguna intención de entrar en la carrera por la presidencia" y que todo eso no había sido más que un desafortunado accidente, desde el gobierno decidieron modificar la página para poner a los ya presentados como la primera opción y, en segundo lugar, y con un enlace mucho menos llamativo, la posibilidad de apuntarse como candidato.
Aunque el rediseño de la página fue lo bastante ágil para evitar que el problema fuese a más, es el perfecto ejemplo de cómo el diseño de una interfaz, la usabilidad, y la experiencia de usuario son dos aspectos que nunca deben dejarse en manos de cualquiera. En el mejor de los casos lo que te encuentras es que el jugador de un videojuego no sabe cómo funciona, en el peor, con el presidente de un país que no tenía ninguna intención de ser tal cosa.
Imagen | Tomask9013 en Midjourney
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